Soy Miguel Ruiz Villalobos, tengo 38 años, nací en Málaga aunque mi niñez la pasé en Canarias.
Siempre me ha encantado la Naturaleza, todos mis estudios han ido dirigidos a saber más sobre ella. Me gusta más el término naturalista que el de científico. Tengo estudios de Biología, Técnico superior en Gestión del Medio Rural y el Paisaje, y en los últimos años me he dedicado a formarme en Permacultura de forma autodidacta y a través de diferentes cursos. Obtuve el título de Diseñador de Permacultura en 2014, y actualmente voy a comenzar a diplomarme.
En el año 2011 fundé junto con mis compañeras Ecoluciona, una asociación de educación ambiental que sirve como vehículo para alcanzar nuestros sueños y poder trabajar en lo que amamos. Justo cuando estábamos creando la asociación, vi el documental de Bill Mollison y desde entonces no he parado, es como una adicción pero muy dulce.
Mi profesión también ha estado ligada a la hostelería, ya que desde que empecé a estudiar he trabajado en diferentes sitios como camarero hasta la actualidad que me dedico a la organización de eventos en un Ecolodge aquí en Málaga. Aunque en principio no tenía nada que ver con mis intereses, era una forma fácil de sacar dinero para poder hacer todo lo demás y la verdad es que con el tiempo agradezco las enseñanzas que he obtenido tanto a nivel profesional como en el trato con las personas ya que son muchas horas acumuladas trabajando de cara al público.
En Ecoluciona, estamos creando un centro de educación ambiental que sirva como referente tanto a nivel de formación como a nivel de ejemplo de finca permacultural, holística, integrada o como queramos llamarla. El objetivo es crear un espacio que no solo sea autosuficiente sino regenerativo, de manera directa por la consecuencias que nuestro manejo de la tierra y los recursos biológicos produzcan en el entorno que custodiamos; y de manera indirecta por la difusión de todo lo que aprendamos y podamos transmitir como educadores ambientales.
De 2013 a 2017 me dediqué a la gestión de una finca de 7 hectáreas en Álora, un pueblo de Málaga, en Andalucía. La finca era alquilada y sirvió para poder experimentar y formarnos como grupo en la asociación.
Teníamos muchas aves que vivían en semilibertad por la finca, usando el gallinero por la noche y para beber, ellas nos ayudaban a regenerar el suelo, que en la zona donde estábamos era esquelético. También teníamos dos ovejas y unas cabras que nos ayudaban en las tareas de desbroce, las manejamos mediante pastoreo y cerco eléctrico solar. Teníamos zona de huerta, olivar y almendros con encinas y algo de vegetación autóctona diseminada. Además comenzamos a implementar dos zonas de bosque comestible en la finca y trabajamos con éxito en el diseño hidrológico.
También me dedico al asesoramiento, consultoría y diseño de fincas para clientes privados, con varios proyectos ejecutados en Málaga y Granada. Actualmente estoy trabajando con varios proyectos como asesor.
He colaborado varios años en un proyecto en la Universidad de Málaga llamado Jaulas Abiertas, donde principalmente colaboraba en el diseño y mantenimiento de una parcela/jardín comestible que nos cedió la UMA, además de ser miembro del equipo matriz del proyecto. Este básicamente tiene por objetivo principal ser una opción de educación libre dentro de la UMA, donde poder inculcar al alumnado otros valores y formaciones que en la UMA no encuentran, como puede ser la Permacultura o la Facilitación de Grupos.
Hace tres años adquirimos por fin una propiedad donde quiero vivir con mi familia en un entorno permacultural, y además será la sede de Ecoluciona por lo que estaremos compartiendo la finca con las personas que quieran participar con nuestro proyecto. Allí será donde hagamos el complemento presencial para las personas que puedan venir.
Por último, empecé a trabajar con Seeds For Sustainability hace más de un año como profesor en los cursos de Permacultura, también soy el encarado del departamento de Permacultura de la empresa y es la primera vez que mi trabajo sustento coincide con mis sueños por lo que estoy en un momento muy bonito laboralmente hablando. Lo que más me motiva en mi trabajo como profesor es poder aportar herramientas y conocimientos para ayudar a las personas que quieren contribuir con su granito de arena en pro de nuestro planeta y sus gentes.
Mi gran sueño con la permacultura es ver evolucionar un poquito la cosa a favor de una sociedad regenerativa y que las generaciones futuras vean que hubo un momento en el que la sociedad dijo basta y buscó herramientas para intentar arreglar el desastre causado a todos los niveles. Me gusta pensar que aporto mi granito de arena a este cambio y la verdad desde que fui padre, hace algo más de 3 años, me preocupa más que nunca dejar al menos mi rinconcito mejor de lo que lo encontré.